miércoles, 26 de diciembre de 2018

Medio Maratón de Tijuana 2018

En verano se celebró el medio maratón de Tijuana 2018, (yo) venía de la experiencia de abandonar una carrera trail y seguía con el reto de correr todos los días. Aunque tenía condición física no me sentía motivado después de la derrota pasada. El medio maratón de Tijuana se corrió en un día con clima caluroso. La novedad de esta edición fue que la ruta cambió, ahora fue al este de la ciudad. Esto para evitar pasar por la zona rio, que es de las más transitadas de la ciudad.

Al momento de escribir esto han pasado algunos meses desde que fue la carrera y no recuerdo todos los detalles. Lo que sí recuerdo es que al iniciar había mucha gente, cuando eso pasa no se puede arrancar con la velocidad que quisieras. No es que sea muy veloz; pero va mucha gente que no corre a estos eventos y se amontonan enfrente como queriéndole ganar a los que tienen algo de más tiempo corriendo.

Antes de la salida
Recuerdo que en la salida estábamos a unos 15 metros de atrás de la línea porque había mucha gente... cuando dan el balazo de salida las personas que van enfrente de ti tardan un poco en salir por lo que se termina iniciando la carrera unos segundos después. No es problema porque para el nivel que tenemos, los que estamos tan atrás de la salida, la competencia es con nosotros mismos. Se trata de mejorar tu propio tiempo. Si quisiéramos ganar la carrera nos pusiéramos hasta enfrente y entonces sí quisiéramos salir en cuanto se pueda. Por eso me molestó que al dar la salida la persona detrás de mí empezó a empujarme.

Al dar la salida empecé a caminar y a acomodarme el teléfono en el brazo, mientras caminaba hacia la salida. Había mucha gente enfrente de mi, no fue como que no lo dejara pasar porque a mi no me hubiera importado la carrera. Simplemente no se podía pasar porque éramos muchos y en lugar de hacer como que corro sin avanzar, empecé a caminar tranquilamente. Esto como que desesperó al corredor que estaba detrás de mí y empezó a empujarme para poder pasar, me hice a un lado molesto y lo dejé pasar pensando que ya lo vería más adelante cuando lo rebasara.

Cómo había mucha gente en la salida íbamos corriendo despacio, tratando de que se me bajara el coraje de los empujones. Aproveché para ir acompañando a mi esposa en los primeros kilómetros, ella corre un poco más despacio que yo, en carreras largas se puede notar más la diferencia de tiempo al llegar a la meta. Se me antojaba seguir a ese ritmo; pero al mismo tiempo sentía la necesidad de esforzarme más... justo por esos momentos nos alcanzó mi compadre que había arrancado de un poco más atrás que nosotros, nos saludó y siguió avanzando.

Fue algo chistoso decirle a mi esposa que iba a adelantarme para ir con mi compadre a una mayor velocidad, fue como si le pidiera permiso para ir a jugar con mi amigo. Nos reímos, me despedí y me adelante a alcanzar a Juan. Lo alcancé, nos fuimos platicando a un mayor ritmo el resto de la carrera.

La salida y meta fue en el mismo lugar por lo que habría que ir hacia el oeste y después regresar al este por otro camino, formando una vuelta. Cuando veníamos ya de regreso rebase al corredor que en la salida me había empujado. No sé por qué; pero me seguía sintiendo enojado, tuve ganas de decirle algo al rebasarlo; pero no hubiera estado bien y me dio gusto no haberlo hecho. Mejor seguimos corriendo y disfrutando la carrera.

Hacia mucho calor y hubo partes donde veníamos buscando la sombra. Llevaba tres medio maratones corridos donde no había necesitado tomar agua y después del wannabe donde había tomado de más, no sentía ganas de tomar; pero hacia mucho calor y tampoco quería deshidratarme por lo que en uno de los últimos puestos de hidratación tomé un vaso de agua. Casi no pude pasarla, la garganta se me cerraba. Tome un trago o dos chicos y el resto la use para enjuagarme la boca solamente. Después de esa parte empece a recordar como me había sentido en el wannabe y cómo no había podido seguir corriendo. Me dio un poco de preocupación de que no me sintiera bien al terminar la carrera; pero me sentía bien, solo era el miedo. Realmente no había nada de qué preocuparme, no había subidas y no faltaba mucho. Era el calor lo que me recordaba la experiencia pasada.

Llegando a la meta me sentí bien, solo calor; pero contento de haber terminado un medio maratón más. Nos ofrecían varias cosas al llegar; pero ninguna era agua. El agua se encontraba un poco más lejos. Al organizar las carreras no toman en cuenta a los corredores que no consumen carbohidratos (no fruta o suero para mi), por lo que tuve que aguantarme la sed un ratito más hasta encontrar el puesto de agua natural, había bastante y estuvo bien. Solo me hubiera gustado que estuviera más cerca de la meta, como el resto de las frutas y bebidas azucaradas.

Después de tomar agua (y una que otra cerveza ultra que regalaron) fuimos a la meta a esperar y ver pasar a nuestras esposas cuando completaron su carrera.

Foto de Yo También Corro en Tijuana




viernes, 12 de octubre de 2018

Tratando de ser un Trail Runner - Wannabe -

Una de las carreras más pesadas de la region es Wannabe Trial Run, es una carrera campo traviesa con muchas subidas "matonas", pesadas. Como ya corría diario me sentía preparado para aventármela.  Había ido a entrenar en cerro y no había batallado para completar los entrenamientos.

Antes de la carrera hubo un entrenamiento por la ruta donde sería la carrera, me acompañó mi esposa y mis compadres. Me sentí bien durante el recorrido, en una de la subidas pesadas sí le bajamos a la velocidad y mi esposa no pudo seguir el mismo ritmo que llevábamos, por lo que la subimos muy despacio, se nos fue el tiempo ahí; pero yo me sentía muy bien. Pude incluso subir para luego bajar por ella en algunos lugares. No pudimos completar el entrenamiento por el tiempo; pero me sentía completo como para haberlo logrado.

Unos días antes de la carrera empecé a batallar con gripe, incluso tuve fiebre días antes de la carrera. Esto me hizo dudar si debía correr; pero ya he corrido enfermo y había logrado completar las vueltas que doy por la colonia. Así que no pensé que fuera gran cosa correr así. Tenía muchas ganas de completar el recorrido que no había podido lograr durante el entrenamiento anterior.

Llegando al Rancho Casian
Al iniciar la carrera me sentía bien, la iba disfrutando mucho, al pasar por el primer punto de hidratación no me detuve, no había tomado agua y llevaba mi mochila de hidratación llena. Rumbo al segundo punto de hidratación recuerdo que hubo una bajada muy larga donde el corredor frente a mi me dejó pasarlo. Quizás eso hizo que la bajara un poco más rápido, iba divertido bajando un poco rápido sintiéndome entero.

Aun y que me sentía bien, tuve que sonarme la nariz varias veces porque se me congestionaba, eso hacia que tuviera que respirar a ratos por la boca. No es lo mejor; pero me hacía a la idea de que iba a usar la técnica de respirar como si estuviera nadando. Hacia mucho calor, había recomendaciones de no salir ese día a hacer actividades al aire libre; pero ahí estábamos... y éramos muchos.

Todo eran risas antes del segundo punto de hidratación, foto por Gabo
Poco antes de llegar al segundo punto de hidratación me sentía cansado, empecé a caminar y tomar más agua porque escuché mucho que nos cuidáramos de no deshidratarnos. Al llegar al punto de hidratación había esponjas de agua fría, me mojé y tomé más agua. La idea era refrescarme y estar listo para seguir; pero no fue así.

Al salir del segundo punto de hidratación me sentía algo empanzado de agua y la refrescada sentía que había hecho que se me tapara más la nariz. Lo que seguía en la carrera era una subida pesada, durante la subida fue que empecé a batallar. Me costaba poder seguir subiendo, poco a poco dejó de ser divertido. Me sentía con sed; pero al mismo tiempo lleno de agua, con la nariz tapada y sueño.

Al llegar a la primera cima, digo primera porque seguía subir a otro cerro desde ahí, descansé un poco. Quería seguir pero me sentía cansado y ocurrió algo que no me había pasado antes. Empecé a ver como con intermitencia, encandilado y luego obscuro y luego otra vez... pensé que eso no era normal y que no valía la pena seguir si sentía algo raro. Estuve un rato ahí parado y luego me senté un rato a esperar a que se me pasara. Después seguí caminando, subiendo. Mi meta ya no era terminar la carrera, la meta ahora era llegar al siguiente punto de hidratación para ahí terminar mi carrera.

Al ir subiendo a ratos trotaba; pero casi seguí caminando el resto de la carrera. Al ir subiendo escuché  un cascabel. Eso hizo que de inmediato me sintiera bien y retrocedí unos pasos. Al alejarme un poco de donde escuché el cascabel vi pasar una serpiente de cascabel tranquilamente, cruzando el camino, ya no iba sonando su cascabel, solo lo uso como para avisarme que iba a cruzar. Algo similar a como hace un tren cuando avisa que va a cruzar la calle. Una vez que cruzó pude seguir mi recorrido. La impresión hizo que me sintiera bien unos instantes; pero al rato otra vez regresó el malestar.

Se me hizo larguísimo el tramo para llegar al tercer punto de hidratación, en el entrenamiento no recuerdo que se me haya hecho tan largo; pero en aquella vez me sentía bien. Esta vez iba con ganas de que ya se acabara la carrera. Seguía sintiéndome empanzado de agua, cada que quería correr sentía ganas de vomitar y empezaba a toser.

Rumbo al tercer punto de hidratación
Llegando al tercer puesto de hidratación me sentí contento porque se acabaría el "sufrimiento" y al mismo tiempo un poco triste porque hasta ahí iba a llegar. después de tomar agua me recosté en la sombra (en tierra mojada). Seguí con sed y lleno de agua, no quedaba a gusto. Se me ocurrió tomar suero con electrolitos y este hizo que tuviera que alejarme del puesto de hidratación para empezar a vomitar toda el agua que había tomado. No parecía vomito, era solo agua. Estaba corriendo en ayunas así que no había nada más que sacar.

Después de media hora escuché aplausos, cuando volteé a ver quien llegaba, vi que era mi esposa. Llegó contenta, se miraba que podría seguir; pero ya no le daba tiempo de terminar la carrera por lo que se tuvo que quedar en el puesto de hidratación. Nos llevaron en un pickup a la salida. Una vez que nos llevaron al lugar de la salida tuve que ir a vomitar otra vez porque había vuelto a tomar suero electrolitos. Seguía con sed.

Nos fuimos al carro pero no podía manejar. Una Coca-Cola Light me ayudó a agarrar energía y empezar a manejar de regreso a la casa. Llegamos a comprar agua mineral y esa me cayó mejor. Sabía que era muy probable que la vomitara; pero sentía sed e hice caso a mi instinto y le di un gran trago, Sí vomité casi enseguida; pero no me sentí tan mal. Seguimos rumbo a la casa.. llegamos, me dormí y después ya me empecé a sentir mejor.

Aprendí de la experiencia; sobre todo porque te ubica, ya me sentía casi un verdadero corredor de campo traviesa; pero pues me di cuenta que soy un Wannabe.

viernes, 24 de agosto de 2018

Medio Maratón Rosarito 2018

Un año antes no había podido participar en el medio maratón de Rosarito; pero afortunadamente este año sí pude estar ahí. Aunque hubo varias factores que casi me convencían de no asistir.

El primer factor era que cuando lo anunciaron, mencionaron que habría una parte del recorrido que entraría a los estudios Fox, donde habría zombies en las calles. Esto no me emocionó mucho porque a veces ese tipo de "atractivos" siento que le quitan importancia a la carrera, al final es una carrera y hay que tratar de llegar rápido a la meta.

El segundo era que la carrera se realizaría el día del padre y pues siempre hay algo que hacer ese día. Eso no me desanimaba mucho porque la carrera sería temprano y a medio día ya estaría desocupado para asistir a los festejos.

El tercero era que ese día sería el primer juego de México en el mundial de Rusia 2018, contra Alemania. El futbol no me llama mucho la atención, no soy aficionado a ese deporte; pero ver a la selección en un mundial contra Alemania siempre se antoja.

A pesar de esos factores fui a la carrera junto con mi esposa... y que bueno que fuimos porque me tocó estar en el primer medio maratón de mi sobrina Jessica. Ella tiene tiempo entrenando y estaba nerviosa por correr su primer medio. Me gustó saludarla en la salida y desearle suerte. Recuerdo que bromeando le comentaba que mientras no la alcanzara la ambulancia que va hasta atrás, todo estaría bien.

La salida fue frente al hotel Festival Plaza, rumbo a los estudios Fox. La ruta es prácticamente plana todo el camino. El clima estaba agradable,  nublado, sin mucho frio. De los estudios Fox nos regresábamos al centro de Rosarito y después de regreso. Casi todo el recorrido por el Blvd Benito Juarez.

Al llegar a los estudios Fox me tocó ver a los zombies, a pesar de lo que había pensado, fue agradable ir corriendo por una "ciudad llena de zombies". Algunos le echaban más ganas que otros en estar en su papel de zombies. No estaban correteándonos, ni estorbando a los corredores, estaban como parte de la escenografía. Varios corredores se detuvieron a tomarse fotos con ellos. Saliendo de los estudios Fox empezó el camino de regreso, hacia el norte, rumbo al centro de Rosarito. Ahí miré a varios corredores que apenas iban rumbo a los estudios. Fui buscando a ver si miraba a alguien conocido y sí... a lo lejos venia mi sobrina Jessica corriendo despacio, se notaba que buscaba no cansarse para aguantar los kilómetros que todavía le faltaba. Justo detrás de ella venía la ambulancia lo cual me preocupó un poco, no porque ella estuviera mal, sino porque quizás el ver que la ambulancia casi la alcanza, como bromeábamos, se iba a desmotivar. Lo bueno fue que ella ni cuenta se dio y vi que no era la última. Atrás de la ambulancia venían más corredores.

Seguimos avanzando hasta el centro de Rosarito para después regresar hacia el sur rumbo a la meta, por ahí escuché que iba ganando México.  Al principio escuché que había caído un gol y supuse que había sido Alemania la que anotó; pero después, para mi sorpresa, supe que fue México quien había anotado. De regreso hacia el sur otra vez pude ver a los corredores que venían hacia el norte a dar la vuelta. Pude ver nuevamente a Jessica. Esta vez se miraba más entera, se notaba que se sentía bien. Al parecer había rebasado a varios corredores porque miré a varios detrás de ella y no se miraba la ambulancia cerca. Me alegró verla a buen paso.

Este fue mi tercer medio maratón donde al pasar por los puestos de hidratación prefería seguir corriendo y no tomar agua. Solo tomé hasta después de cruzar la meta. El clima ayudó a que no me diera sed. Me ponía a pensar si debería de por lo menos tomar un trago para prevenir una deshidratación; pero realmente no quería y me sentía bien...al final de la carrera supe que mi esposa tampoco tomó agua durante la carrera y eso me hizo pensar que no estoy mal por no tomar, si no tengo sed. No se trata de aguantarme; pero tampoco de forzarme a tomar.

Al terminar la carrera me sentía bien, estuve un rato en la meta esperando ver pasar a mi esposa y después ambos estuvimos esperando ver pasar a Jessica, quien llegó corriendo a buen paso a la meta de su primer medio maratón.

Fue una experiencia agradable el medio maratón Rosarito 2018. ¡Felicidades Jessica por lograrlo!

martes, 17 de julio de 2018

Medio Maratón Valle de Guadalupe 2018

Este año 2018 pude participar en el medio maratón del Valle de Guadalupe, fue el día 112 del reto de correr todos los días. Para descansar solo corrí un kilometro y fracción dos días antes (día 110 y 111) y así llegué un poco descansado.

Como me había dado cuenta, en el medio del túnel de playas, que el correr diario estaba rindiendo frutos me sentía confiado en que no iba a ser problema el medio del valle, ya que sería sobre terreno plano y en algunas partes en tierra (que es más blandita que el pavimento). Lo único que me preocupaba poco era el levantarnos temprano para llegar a la carrea, saliendo desde Tijuana.

Había descubierto que correr después de un periodo largo de ayuno es divertido por lo que el día de la carrera no desayune, solo tome café negro en el camino al Valle. Sí salimos después de la hora en que lo habíamos planeado; pero afortunadamente llegamos a tiempo... a tiempo para hacer fila en los baños antes de iniciar la carrera. Yo no ocupaba ir por lo que nomás estaba esperando a los demás mientras hacían fila.
Estaba en eso, esperando a los demás, cuando después de un rato de nomás estar ahí... me di cuenta que no traía mi número, lo había olvidado en la cajuela del carro. Así que me fui por él ya faltando poco para iniciar. Mientras iba rumbo al estacionamiento escuché que anunciaban que en dos minutos arrancaba la carrera. -¡Qué bien!- pensé, tenía tiempo suficiente para ir por el; pero al estar en el carro escuché que dieron la salida.

Fue algo desesperante ir corriendo desde el estacionamiento a la salida mientras veía a todos los corredores iniciando. Al llegar a la salida estaba mi compadre que me había esperado. Mi esposa también me había estado esperado pero había iniciado la carrera poco antes de que yo llegara a la salida.

Iniciamos la carrera siendo los últimos, generalmente de todos modos somos de los últimos en salir para no estorbar; pero está vez salimos después de los últimos. Una ventaja que miraba era que seguramente iríamos rebasando gente durante toda la carrera y eso nos iba a motivar a seguir corriendo y sí pasó, toda la carrera íbamos pasando gente.

La ruta estuvo bien, me sentí tranquilo e iba a buen ritmo. Hacia calor, mucho; pero al contrario de quienes iban conmigo no sentí mucha molestia. Pasamos los puntos de hidratación y preferí no tomar agua y esperar, quizás, al siguiente.. así me la llevé y al final no tomé agua durante toda la carrera. Solo al final tomé dos vasos de agua en la meta. Me sorprendió que no hubiera necesitado agua, no fue algo que busqué, simplemente se dio otra vez, fue mi segundo medio maratón sin tomar agua.

Contentos después de llegar a la meta


miércoles, 11 de julio de 2018

Entrenando de noche antes de desayunar

Después de varios días de levantarme temprano, a correr en las mañanas para cumplir el reto de correr todos los días del año, empezó a ser difícil levantarme. Sobre todo porque no lograba dormirme temprano la noche anterior.

Descubrí que no es tan difícil acostumbrase a despertar temprano todos los días; pero lo que sí es difícil es poder levantarte de la cama. Despertar es la parte fácil; pero levantarme, vestirme y salir a correr cada mañana es la parte complicada.

El reto consiste en correr todos los días por lo menos un kilometro, sin importar en qué parte del día lo haga. Una mañana estuvo lloviendo y tuve que posponer salir en la mañana y correr hasta en la tarde, cuando no estaba lloviendo, después de eso decidí empezar a correr por las tardes. Dormir un poco más en la mañana y en la tarde/noche salir a correr un rato.

Para esas fechas ya llevaba varios meses con una dieta alta en grasa y baja en carbohidratos, la cual hace que no necesite comer tantas veces al día. Me iba al trabajo sin desayunar, solo tomaba un café, a veces con mantequilla, aceite de coco y crema. Otras veces solo lo tomaba negro. Empecé a notar que cuando tomaba solo café negro sentía menos hambre. A veces el comer un poco te despierta el apetito.

Corriendo, por la noche, hacia la zona centro de Tijuana
Algunos días a la hora de la comida no sentía hambre o no se me antojaba nada de lo que venden de comer por el rumbo de la oficina, así que empecé a no comer en el trabajo. Me iba sin desayunar y no salía a comer. Cuando llegaba a la casa a veces si tenía algo de hambre y comía. Eso provocaba que cuando salía a correr lo hacia con el estomago algo lleno y no era cómodo correr.  Otras veces llegaba con poca hambre por lo que salía a correr antes de romper el ayuno con la cena. Llegando de correr entonces sí ya podia comer todo lo que quisiera sin problema.

Empecé a notar que correr en la tarde/noche después de no haber comido en el día me hacia correr con energía. Casi sin darme cuenta, después del primer kilometro, corría un poco más rápido que de costumbre y también me sentía más contento, hasta con ganas de saltar obstáculos y correr en zigzag. Descubrí que el correr en ayunas, estando en cetosis, es divertido.

No siempre lograba correr en ayunas, había veces que llegaba con hambre y comía, después tenía que esperarme a que se me bajara la comida y correr solo un kilometro o dos despacio. Pero otras veces no comía  para tener la posibilidad de correr con esa sensación de energía y alegría que me da correr después de 24 horas de ayuno.

lunes, 28 de mayo de 2018

El túnel de playas 2018

En febrero, llevaba 48 días buscando la disciplina corriendo diario y en ese mes se realizó el medio maratón "El túnel de playas". Ésta fue una carrera en la que participé un año antes donde al final no me había ido tan bien. Ahora me tocaría correrla en circunstancias distintas. Por un lado la corría en cetosis, es decir sin carbohidratos, usando grasa como energía y por el otro, ésta vez venía de correr diario (sin descanso) y sabía que al otro día del medio maratón iba a seguir corriendo.

El pensar que al siguiente día me iba a levantar a correr por la mañana me hizo pensar en no tratar de romper marcas, el plan era correr tranquilo y completar la carrera como un entrenamiento más.

Al iniciar la carrera, iba junto con mi compadre avanzando a un ritmo normal para nosotros. No iba más despacio como había planeado; pero me sentía bien. Sentía que podría seguir así buen rato. Una vez que iniciamos la pendiente sentía que podía subir con mayor facilidad que un año antes. Noté que el correr diario estaba dando resultados.

Al pasar por los primeros puestos de hidratación preferí no tomar agua porque me venia sintiendo bien y no quería que el agua en el estomago fuera a quitarme esa sensación de ir corriendo y sentirme bien.

Foto de Shellyss Castellon
Después de la gran subida, viene una bajada para luego volver a subir un poco más, en esa bajada sentí un pequeño dolor en la rodilla derecha. Me preocupó, no tanto porque el dolor fuera intenso, de hecho fue leve; pero la preocupación era porque me faltaban muchos días de correr para completar el año todavía y no quería encontrar un pretexto para suspender el propósito del año. Afortunadamente el dolor se me pasó cuando empecé a apoyar menos con esa rodilla por un momento.

Ya cuando veníamos de regreso, seguimos con buena velocidad, no somos de los primeros lugares, tampoco es como que corra muy rápido; pero venía corriendo a la velocidad que para mi nivel es buena y seguía sintiéndome bien.

De regreso, al terminar la gran bajada donde un año antes allí fue donde sentía que no podía más, este año pude seguir corriendo normal. Sí se sintió que la gravedad ya no me ayudaba a seguir avanzando y lo plano se sentía un poco como subida; pero seguía corriendo y rebasando corredores.

Seguía sin detenerme en los puestos de hidratación y casi sin darme cuenta terminé la carrera sin haber tomado agua durante el recorrido. No me aguanté la sed, simplemente no me dió, iba corriendo sin llevar la respiración tan agitada y no necesité tomar agua. Al llegar a la meta sí tomé unos vasos de agua. Solamente agua, ofrecían burritos, naranjas y bebidas deportivas que prefiero evitar.

Empecé a notar los frutos de la disciplina al sentir que podía correr el medio maratón disfrutándolo, sin "sufrir" y sin agua. Al otro día fui a correr solo un kilometro para continuar con mi reto, no me animé a correr más porque al otro día debía correr nuevamente. Fue la primera vez que salí a correr un día después de correr medio maratón.

lunes, 16 de abril de 2018

Buscando la disciplina

Para entrenar no se require de motivación, lo que se necesita es disciplina. Disciplina para seguir el plan de entrenamiento que te has propuesto. La motivación viene al estar haciendo las cosas. Cuando llevas una racha sientes motivación de seguir; cuando no haces ejercicio sientes motivación de seguir descansando.

Al final del 2017 aunque quería entrenar no lo había logrado porque esperaba la "motivación". Cuando entendí que lo que ocupaba no era motivación sino disciplina fue entonces que al final del año pensé que debía proponerme correr todos los días del siguiente año. Durante la cena de año nuevo sentí que no debía dudar más y me lo propuse ahí delante de parientes. Dije que mi propósito para año nuevo sería correr todos los días. No podría dejar ir la oportunidad de iniciar el año con este nuevo propósito.

El primer día del año, aunque estaba desvelado por el festejo, me levanté con ganas de iniciar mi nuevo reto. Buscar la disciplina me motivaba; sabía que esa motivación me iba a ayudar los primeros días; pero que sería la disciplina la que me mantendría corriendo el resto del año.

Fue curioso ir corriendo por la colonia el primer día del año, por la mañana, mientras que en algunas casas aun se escuchaba música del festejo de año nuevo (en una casa estaba el karaoke todavía sonando muy fuerte). Me sentía contento porque había iniciado el "día 1" como me lo había propuesto.
Día 1, un poco desvelado; pero contento por iniciar el año

Disciplina (para mi) es hacer lo que tienes que hacer, no importando si tienes ganas o no de hacerlo. Con este reto eso es lo que busco, la disciplina de correr todos los días. La meta es correr por lo menos un kilometro diario; si es más mejor.  El tener el compromiso de correr diario hizo un poco más "fácil" las levantadas en la mañana. Ahora no pasaba tanto tiempo pensando si era buena idea o no salir a correr esa mañana. Ahora sabía que simplemente saldría a correr no importando si quería o no hacerlo.

Al día diez ya me sentía cansado al iniciar la carrera del día, estaba con dudas de que hubiera sido buena idea. Mi mente buscaba pretextos para descansar un día. Me decía a mi mismo que no iba a poder; que era mejor descansar para correr más otro día; pero no le di oportunidad a mi mente de convencerme. Me repetí que correría porque buscaba la disciplina y no buscaba correr para romper un record o competir mejor. Así que aunque terminara corriendo muy despacio y sin fuerzas, de cualquier forma lo haría diario.

Ese primer mes fue muy cansado tanto física como mentalmente.

jueves, 22 de marzo de 2018

Otra vez las mismas carreras

Para poder correr distancias largas es necesario entrenar seguido. Para mi el mejor momento para entrenar es en las mañanas. Por la tarde se me complica por las otras actividades. A veces no sé qué hora saldré de trabajar, a veces llego del trabajo con hambre y no quiero correr después de comer. Así que lo más "fácil" es levantarme temprano.

Escribo fácil entre comillas, porque levantarse temprano no es fácil y por más que he intentado no me logro acostumbrar. Siempre requiere fuerza de voluntad el dejar la comodidad de la cama, sobre todo en invierno. Después del Ensenada Trial 2017 dejé de entrenar seguido, el siguiente mes (noviembre) solo salí a correr un día y en diciembre no corrí (ni una vez). Aunque muchos días tuve la intención de hacerlo.

Después de haber logrado entrenar y participar en varias carreras, había dejado ir mi objetivo de correr mi primer maratón. Estaba dejando ir poco a poco el intento de ser corredor.

Cuando salía a correr seguido lo hacía porque tenía un objetivo, había esa siguiente carrera en la que quería participar. Pero en la segunda vuelta del año, las carreras ya las conocía, no sentía esas mismas ganas de ir. Incluso mi ruta de todas las mañanas la dejé de seguir y empecé mejor a darle vueltas a unas calles. El maratón Gobernador no me inspiró lo suficiente como para entrenar.

Necesitaba encontrar ese objetivo, esa razón, ese reto que me hiciera levantarme todos los días a entrenar. Sentir esa emoción de entrenar, preparándome para cumplir mi meta. No había una carrera que me motivara lo suficiente... sí, se me antoja participar en unas carreras que no he corrido; pero invertir el tiempo en entrenar no estaba pasando.

Al buscar el objetivo, recordé algo que había aprendido y parecía haber olvidado (algo que incluso he dicho a otros). No debo esperar a sentir motivación para hacer algo, la motivación llega ya que lo estás haciendo. No tengo que esperar a que una carrera me motive para entrenar. Lo que necesito no es motivación, lo que necesito es: Disciplina. La disciplina para entrenar todos los días...

martes, 2 de enero de 2018

Medio Maratón Ensenada Trial 2017

Foto de Ichform
Casi en cuanto supe del ultra maratón Ensenada Trial se me antojaba participar, no en el completo de 57 Km; pero sí en el medio que anunciaban que sería de 25Km. Yanel, mi esposa también se animó y nos inscribimos los dos.

El medio maratón de Tecate fue mi último entrenamiento antes del medio ultra maratón, que sería en el rancho Sandoval de Ensenada. Yanel al final no pudo participar. Aún no se recuperaba de la lesion que sufrió al correr la carrera de la presa. Como iba a ir solo, pensaba que sería algo similar al medio de Tecate, es decir ir solo desde muy temprano.

Poco tiempo antes de la carrera nos pusimos de acuerdo para que mi familia me acompañara al rancho. El plan fue llegar un día antes, quedarnos a dormir ahí acampando y al otro día levantarme temprano a correr. Sabía que al dormir en casa de campaña no se descansa igual que dormir en mi cama; pero si me quedaba a dormir en la casa tendría que irme muy temprano, así que tampoco iba a descansar un día antes.

Nos fuimos el día antes de la carrera y que bueno que fue así porque el camino para llegar al rancho no es muy claro y manejar por ahí de noche hubiera sido más difícil. Llegamos, nos acomodamos en un lugar. Armamos la casa de campaña y estuvimos a gusto conviviendo un rato. En la noche fue la cena de carbohidratos, teníamos derecho a dos platos. Mi esposa y yo no comemos carbohidratos; pero los niños sí, entonces fuimos por nuestros dos platos y los compartimos con ellos.

Algo incomodo en la noche fueron unos vecinos de acampada, estuvieron gritando y tomando muy cerca de donde estábamos acampando nosotros y no dejaban dormir. Entre sus gritos escuché que uno de ellos iba con la intensión de correr; pero ya estando ahí en la plática decidió mejor desvelarse y no correr. Así que como a él ya no le importaba la carrera siguió junto con unos niños hablando hasta la madrugada.

La noche fue larga y después de que se callaron los vecinos, sentí que paso poco tiempo cuando de repente ya era hora de la salida de quienes correrían el ultra maratón completo. Nos levantamos y salimos de la casa de campaña para ver la salida y empece a prepararme para mi salida.

Una foto antes de ir hacia la salida
El clima estaba bien. Llevaba una mochila hidratante con dos litros de agua, una bolsa con granos de sal y una bolsita con almendras y nueces. No desayuné y así inició la carrera campo traviesa.

La ruta la habían cambiado días antes debido a un incendió que hubo en la zona. Pasamos por caminos muy angostos, donde íbamos los corredores en fila, brincando troncos, rocas, arroyos secos. También tuvimos que agacharnos en ciertos lugares y usar las manos para poder pasar. Hubo dos ocaciones donde se perdían los señalamientos y como íbamos todos en fila con que el de enfrente se desviara ahí íbamos todos por el camino equivocado. Después de la segunda ocasión que nos perdimos, se acabaron los caminos angostos y ahora sí pude correr un poco más suelto.

Después del puesto de hidratación inició una subida grandísima. Definitivamente no pensaba subir corriendo, así que empece a caminar. Ya casi para llegar a la cima del cerro me di cuenta que iniciaba otra subida detrás de ese cerro que acababa de subir. Inicié la segunda subida, iba como a la mitad cuando al dar una vuelta nos dimos cuenta (otros corredores que iban a mi lado y yo) que seguía otro cerro más. Me sorprendió eso, era mucha subida.

Ya que llegamos a la cima del cerro que está arriba de dos cerros la ruta nos hacia pasar por un bosque quemado. Aquí mis manos se llenaron de ceniza ya que empezamos a bajar y estaba un poco resbaloso el suelo. Aquí fue cuando vi a un grupo de corredores hacer trampa y regresarse por donde no era. Esa actitud no la entiendo, una cosa es que no sepas la ruta y te equivoques pero otra que hagas trampa nomas porque sí... en fin. Una vez que llegamos a abajo del cerro inició otra subida empinada, aquí mis piernas empezaron a resentir tanta subida. Algunos de los que iban a mi lado empezaron a quejarse de la ruta, me daba risa que primero se inscriben a un reto y luego se quejan de que la ruta está muy difícil.

Cuando llegué a la cima de la cuarta subida, ahora sí ya seguía (casi) pura bajada. Pensé que podría empezar a correr un poco más rápido; pero mis pierna iban muy cansadas. No podía correr en las bajadas porque el camino estaba lleno de piedras sueltas y la bajada tenía mucha pendiente, lo que requería que hiciera fuerza con las piernas que las traía cansadas de hacer fuerza.

Foto de Running Addition, antes de entrar al bosque quemado.
Durante el trayecto, iba dandole tragos al popote de la mochila y echándome un grano de sal a la boca de vez en cuando. Cuando por fin terminé de bajar el cerro empece a correr nuevamente, tratando de ver el siguiente punto de hidratación que según mis cuentas ya debería de estar cerca. Me sorprendí que no hubiera punto de hidratación y que parecía estar cerca de la meta. Resulta que con el cambio de ruta solo fueron como 16 Km en lugar de los 25 que habían dicho. Sin embargo hice mucho tiempo debido a las subidas y bajadas de la ruta.

Pude llegar corriendo y me animó ver a mi familia echándome porras cerca de la meta. Un corredor que me alcanzó al ir llegando me retó a cerrar con mayor velocidad y así lo hicimos. Llegué corriendo rápido a la meta. Contento de haber logrado el reto.

Después de la carrera nos quedamos un rato más en el rancho, los niños estuvieron en la alberca mientras yo descansaba. No me quise quedar mucho tiempo porque empezaba a sentirme un poco incomodo y quería descansar en mi casa. Compramos una coca-cola sin azúcar e iniciamos el camino de regreso a casa. En el camino a casa llegamos a un Oxxo a comprar chicharrones, ese fue mi desayuno: chicharrones con coca-cola. Me ayudó a sentirme despierto y manejar a gusto escuchando buena música de regreso a casa.