viernes, 27 de enero de 2017

Primera carrera de 10K

Después de haber participado en varias carreras de 5Km y salir a correr por las mañanas, había llegado la oportunidad de participar en una carrera de 10Km. Tenía muchas ganas de ya correr más de cinco y al mismo tiempo seguía con la duda si ya estaba listo. En la carreras de 5K al llegar a la meta "siempre" sentía que podía dar más, por eso quería "sacarme esa espina" y correr los 10Km.

La carrera sería un domingo, un día antes (el sábado) habría una carrera de 5Km y tenía ganas de correrla también. Aunque tenía ganas de participar el sábado, pensaba que no debería de cansarme un día antes; pero mi compadre me animo diciendo que ya estaba listo para correr 10K y seguro aguantaría los 5K un día antes.

Y así fue, el día antes a mi primer carrera de 10Km participé en una de 5Km y rompí mi record personal hasta entonces (al principio casi en cada carrera pasaba eso, ahora casi no). Después de la carrera estaba cansado; pero al rato ya me sentía listo para la carrera buena, que sería un día después.

El domingo llegué temprano a la salida, llegaron también mis compadres Juan y Claudia que me habían (y siguen) acompañando en las carreras (aunque creo que en realidad yo los empecé a acompañar a ellos, no ellos a mi), nos tomamos la "tradicional" selfie y nos preparamos para arrancar. En otras carreras, poco después de arrancara, ambos me dejaban atrás y los encontraba ya cuando llegaba yo a la meta.

Al salir sentí que iba más rápido que de costumbre, sentía que la gente me iba jalando. Trate de bajar el ritmo para no cansarme y deje que mis compadres se alejaran (como otras veces). Mi compadre se adelantó mucho y pronto dejé de verlo. A mi comadre la veía delante de mi a una distancia como de unos 15 o 20 metros. Empecé a tomarla como referencia para no bajar la velocidad. Sabía que ella ya había corrido un medio maratón y pensaba que si podia seguirle el ritmo podría conseguir llegar en buen tiempo.  Hubo ratos en los que se alejaba y entonces yo aceleraba para poder acortar un poco la distancia.

No estoy seguro si fue en el kilometro 4, que me di cuenta que traía las agujetas desabrochadas y tuve que hacerme a un lado para abrocharlas. Aquí fue donde cometí un error al agacharme sobre la pierna, doblándola, para amarrar la agujeta. Cuando me levanté sentí un dolor en la pantorrilla y muslo. Me frustré por no haber pensado y sentarme en la banqueta en lugar de agacharme y poner todo el peso en la pierna. Empecé a correr nuevamente con la  molestia en la pierna.

Después de un rato se me fue pasando el dolor, tenia miedo de lesionarme por no hacer caso a la molestia; pero también tenia desconfianza, sospechaba que el dolor era solo un pretexto de mi mente para que dejara de correr. Es curioso que: aún con todas las ganas de completar una carreara, la mente busca formas de aconsejarme que mejor me quede cómodo, le gusta como me siento cuando lo logro; pero parece que no le gusta el esfuerzo físico. Para no pensar en la molestia del muslo y no detenerme empecé a visualizarme llegando a la meta, imaginándome que el reloj (de la meta) no llegaba a los 60 minutos cuando estuviera a distancia de verlo.

Al rededor del Km 7 miré a mi comadre no muy lejos y ya me sentía mejor, no tenia molestia en la pierna y sentí que podía alcanzarla. Empecé a dar pasos un poco más largos y más tranquilos como para descansar y después empecé a darlos más rápido. Disfruté ir corriendo por las calles de la zona rio, procuré disfrutar el paisaje y la experiencia. Al rededor del Km 9 alcancé a mi comadre, sentí que estaban rindiendo frutos los entrenamientos en las mañanas, me emocioné poder seguirle el paso (a la medio maratonista), ya solo me quedaba un kilometro en lo parejito y me propuse llegar primero que ella. Eso me motivo a buscar la meta con mayor velocidad.

Al final, creo que "le gané" por muy poco (prácticamente llegamos igual); eso me hizo sentirme muy bien, me sentí como casi un corredor de verdad. Disfruté mucho esa carrera de 10 y las que siguieron. Ya le ganaba a mi comadre, ahora el reto era alcanzar a mi compadre.

Me di cuenta que me gustan más las de 10Km que las de 5Km, disfruto el reto de correr por más tiempo.

Contento porque rebase a mi comadre (playera roja) faltando metros para llegar, la foto la tomó mi compadre que ya había terminado.

martes, 17 de enero de 2017

Ganandole al sol

Después de la primera carrera empecé a entrenar por las mañanas, corriendo por la calle. Salía dos o tres veces por semana como a las seis de la mañana. Al principió intenté rutas que no me resultaron porque había mucha gente, tenia que pararme en esquinas y esperar un momento antes de cruzar. Al final, después de una semana encontré una ruta donde el parar y arrancar no era tanto y así empecé a seguir ese camino.

Me di cuenta que ayuda el tener la ruta ya definida, no ir pensando en preguntas como: "¿Aquí doy vuelta?", "¿Seguiré derecho?", "¿Hasta donde me regreso?". Esas preguntas se fueron respondiendo solas entre más salía a correr y me trataba de apegar al plan, aunque a veces eso significara caminar porque había elegido una subida como parte del recorrido. Cuando ya no tenia que pensar por donde ir a correr, era más fácil usar mi fuerza de voluntad solamente para salir de la casa temprano, ya una vez empezando no tenia que ir pensando mucho y podía relajarme y disfrutar el recorrido.

Cuando terminaron las vacaciones de los niños, a la hora que había estado saliendo a correr ahora era la hora que debía de empezar a despertarlos y cambiarme para llevarlos a la escuela. Por lo que tuve que empezar a levantarme más temprano, si quería seguir corriendo en las mañanas. Desde hace años veía que un amigo se levantaba a las cuatro de la mañana a correr y pensé que debía hacer (casi) lo mismo. Aunque no tan temprano; pero debía despertarme poco antes de las cinco, para salir de la casa a más tardar a las 5 am y así poder regresar a las seis y empezar a despertar gente.

Antes de empezar a correr, varias veces había intentado levantarme temprano para hacer ejercicio; muchas veces había puesto el despertador solo para apagarlo en la mañana y volverme a dormir. Esta vez debía ser diferente, porque estaba comprometido para competir en una carrera de 10 Km. Así que puse el despertador a las 4:40 am y me dormí pensando: "me voy a levantar a correr porque soy de esas personas que se levantan temprano a correr" una y otra vez, para estar seguro de que esta vez sí iba a levantarme.

Sonó el despertador y como otras veces tenía ganas de seguir dormido; pero como no quería quedar mal conmigo: me levanté, me vestí y salí a correr. La mañana estaba obscura, con estrellas. Las calles estuvieron solas, fue más fácil correr, sin sol, sin carros, sin ruido, parecía que hasta los perros estaban dormidos. Cuando venia de regreso llegue a ver a personas que apenas salían a correr y pensé orgulloso: "¡Apenas! uh... yo ya vengo de regreso". Llegué con energía, aunque después de medio día tenia mucho sueño. Resulta que ahora debía tratar de dormir temprano.

Fui ampliando la ruta hasta que ya corrí 7 Km, donde el regreso era de subida. Me sentía listo para la carrera de 10Km. Sobre todo porque sería en la zona río de Tijuana, la cual es plana.

Contento porque al terminar le gané al sol y aún no había luz para la foto

martes, 10 de enero de 2017

Mi primera carrera de 5 Km

Mi primera carrera fue una de 5Km. Mi meta era terminarla sin caminar y llegar antes de que se fueran los demás. Hacerlo en menos de 40 minutos, ya con eso me conformaba.

En la mañana cuando me preparaba en la casa para ir a correr sentí un poco de duda. Como que pensé que mejor no iba; pero no me hice caso, ya me lo esperaba de hecho. Que la parte de mí que le gusta quedarse en su zona de confort me iba a querer convencer. Incluso me sentí un poco mal del estómago; pero estaba convencido que no iba a dejar que algo me impidiera ir a correr. Al llegar a la carrera, me sentí un poco más calmado. No fui solo, mis compadres estaban ahí. Eso también ayudó para no rajarme.

Fuimos a la salida y avisaron que saldrían primero los hombres y las mujeres lo harían dos minutos después… y arrancó la carrera, rápidamente mucha gente empezó a rebasarme, no me dejé arrastrar por la corriente. Sabía que si corría rápido no alcanzaría a llegar sin parar. Al ratito empezaron a pasar las mujeres corriendo más rápido que yo. Ahí como que sí sentí que iba despacio y aceleré un poco; pero muy poco en realidad.

Después de dos kilómetros empecé a rebasar a personas que habían salido fuerte y no habían podido aguantar. Me sentí bien. Sentí que estaba haciendo bien mi carrera y empezaba a dar resultados porque ya no sería el último en llegar. Hubo personas que me pasaban a buena velocidad y después empezaban a caminar. Cuando iban caminando yo los pasaba y cuando me veían pasar empezaban a correr para ponerse enfrente nuevamente. Noté que me estaban usando de referencia.

Pensé que habían corrido más mujeres que hombres; pero lo que pasa es que la mayoría de los hombres corren más rápido, iban enfrente y ya no los alcancé. Después de media hora de ir corriendo alcance a ver la meta y empecé otra vez a acelerar un poco más. Me sentía entero, aunque no aceleré mucho. Al final llegué en 36 minutos y pude seguir trotando en la fila para recibir algo de tomar. Fue agradable correr 5 Km por las calles sin cuidarte (tanto) de los carros y no llegar muriéndome de sed ni de cansancio. A partir de esa carrera empecé a participar casi cada semana en alguna carrera de 5Km en la ciudad, donde en cada una de ellas fui mejorando poco a poco mi marca personal.

Mi siguiente reto sería: una carrera de 10Km

Casi llegando a la meta

martes, 3 de enero de 2017

Primer entrenamiento en calle

Después de recorrer el maratón en bicicleta, tenia ganas de ahora sí correr en una carrera. Me comentaron mis compadres que el próximo sábado (seis días después del maratón) habría una carrera de 5 Km. Al momento dudé que estuviera listo; pero como anduve en bicicleta por horas, además de correr y caminar cuando se ponchó la bicicleta sin sentirme mal. Pensé que a lo mejor sí la aguantaba.

Seguí yendo al gimnasio a correr en la caminadora en las mañanas y empecé a identificar a ciertas personas que iban cada mañana también. Había una persona que llegaba más o menos a la misma hora que yo y se ponía a correr en una caminadora. Era uno de mis puntos de referencia para medir como andaba. A veces cuando llegaba yo al gimnasio y empezaba a correr ella ya estaba ahí corriendo. Cuando yo empezaba a pensar en un pretexto para dejar de correr o quería bajarle a la velocidad ella seguía corriendo, más rápido que yo. Eso me "empujaba" a seguir corriendo y aguantar más. Después de todo yo era más joven y fuerte, no podía dejar que me apantallaran.

Un día platicando con ella me comentaba sobre sus entrenamientos y le comenté que se acercaba una carrera y que a lo mejor me animaba a ir. Le dije que me ayudaba correr en la caminadora porque la banda no me dejaba parar o disminuir la velocidad y me dijo algo que me llamó la atención: "No vas a mejorar hasta que no corras allá afuera". Ese fue el último día que fui al gimnasio a correr.

Al otro día decidí entrenar 5 Km por la calle para probarme que estaba listo para una carrera. Me sentí bien logrando el recorrido completo sin caminar (aunque ahora que veo el tiempo, un poquito más despacio y podría decirse que iba caminando). Me dio confianza y pensé que ahora sí estaba seguro de que participaría en mi primer carrera.

El primer entrenamiento lo inicié por la playa