martes, 2 de enero de 2018

Medio Maratón Ensenada Trial 2017

Foto de Ichform
Casi en cuanto supe del ultra maratón Ensenada Trial se me antojaba participar, no en el completo de 57 Km; pero sí en el medio que anunciaban que sería de 25Km. Yanel, mi esposa también se animó y nos inscribimos los dos.

El medio maratón de Tecate fue mi último entrenamiento antes del medio ultra maratón, que sería en el rancho Sandoval de Ensenada. Yanel al final no pudo participar. Aún no se recuperaba de la lesion que sufrió al correr la carrera de la presa. Como iba a ir solo, pensaba que sería algo similar al medio de Tecate, es decir ir solo desde muy temprano.

Poco tiempo antes de la carrera nos pusimos de acuerdo para que mi familia me acompañara al rancho. El plan fue llegar un día antes, quedarnos a dormir ahí acampando y al otro día levantarme temprano a correr. Sabía que al dormir en casa de campaña no se descansa igual que dormir en mi cama; pero si me quedaba a dormir en la casa tendría que irme muy temprano, así que tampoco iba a descansar un día antes.

Nos fuimos el día antes de la carrera y que bueno que fue así porque el camino para llegar al rancho no es muy claro y manejar por ahí de noche hubiera sido más difícil. Llegamos, nos acomodamos en un lugar. Armamos la casa de campaña y estuvimos a gusto conviviendo un rato. En la noche fue la cena de carbohidratos, teníamos derecho a dos platos. Mi esposa y yo no comemos carbohidratos; pero los niños sí, entonces fuimos por nuestros dos platos y los compartimos con ellos.

Algo incomodo en la noche fueron unos vecinos de acampada, estuvieron gritando y tomando muy cerca de donde estábamos acampando nosotros y no dejaban dormir. Entre sus gritos escuché que uno de ellos iba con la intensión de correr; pero ya estando ahí en la plática decidió mejor desvelarse y no correr. Así que como a él ya no le importaba la carrera siguió junto con unos niños hablando hasta la madrugada.

La noche fue larga y después de que se callaron los vecinos, sentí que paso poco tiempo cuando de repente ya era hora de la salida de quienes correrían el ultra maratón completo. Nos levantamos y salimos de la casa de campaña para ver la salida y empece a prepararme para mi salida.

Una foto antes de ir hacia la salida
El clima estaba bien. Llevaba una mochila hidratante con dos litros de agua, una bolsa con granos de sal y una bolsita con almendras y nueces. No desayuné y así inició la carrera campo traviesa.

La ruta la habían cambiado días antes debido a un incendió que hubo en la zona. Pasamos por caminos muy angostos, donde íbamos los corredores en fila, brincando troncos, rocas, arroyos secos. También tuvimos que agacharnos en ciertos lugares y usar las manos para poder pasar. Hubo dos ocaciones donde se perdían los señalamientos y como íbamos todos en fila con que el de enfrente se desviara ahí íbamos todos por el camino equivocado. Después de la segunda ocasión que nos perdimos, se acabaron los caminos angostos y ahora sí pude correr un poco más suelto.

Después del puesto de hidratación inició una subida grandísima. Definitivamente no pensaba subir corriendo, así que empece a caminar. Ya casi para llegar a la cima del cerro me di cuenta que iniciaba otra subida detrás de ese cerro que acababa de subir. Inicié la segunda subida, iba como a la mitad cuando al dar una vuelta nos dimos cuenta (otros corredores que iban a mi lado y yo) que seguía otro cerro más. Me sorprendió eso, era mucha subida.

Ya que llegamos a la cima del cerro que está arriba de dos cerros la ruta nos hacia pasar por un bosque quemado. Aquí mis manos se llenaron de ceniza ya que empezamos a bajar y estaba un poco resbaloso el suelo. Aquí fue cuando vi a un grupo de corredores hacer trampa y regresarse por donde no era. Esa actitud no la entiendo, una cosa es que no sepas la ruta y te equivoques pero otra que hagas trampa nomas porque sí... en fin. Una vez que llegamos a abajo del cerro inició otra subida empinada, aquí mis piernas empezaron a resentir tanta subida. Algunos de los que iban a mi lado empezaron a quejarse de la ruta, me daba risa que primero se inscriben a un reto y luego se quejan de que la ruta está muy difícil.

Cuando llegué a la cima de la cuarta subida, ahora sí ya seguía (casi) pura bajada. Pensé que podría empezar a correr un poco más rápido; pero mis pierna iban muy cansadas. No podía correr en las bajadas porque el camino estaba lleno de piedras sueltas y la bajada tenía mucha pendiente, lo que requería que hiciera fuerza con las piernas que las traía cansadas de hacer fuerza.

Foto de Running Addition, antes de entrar al bosque quemado.
Durante el trayecto, iba dandole tragos al popote de la mochila y echándome un grano de sal a la boca de vez en cuando. Cuando por fin terminé de bajar el cerro empece a correr nuevamente, tratando de ver el siguiente punto de hidratación que según mis cuentas ya debería de estar cerca. Me sorprendí que no hubiera punto de hidratación y que parecía estar cerca de la meta. Resulta que con el cambio de ruta solo fueron como 16 Km en lugar de los 25 que habían dicho. Sin embargo hice mucho tiempo debido a las subidas y bajadas de la ruta.

Pude llegar corriendo y me animó ver a mi familia echándome porras cerca de la meta. Un corredor que me alcanzó al ir llegando me retó a cerrar con mayor velocidad y así lo hicimos. Llegué corriendo rápido a la meta. Contento de haber logrado el reto.

Después de la carrera nos quedamos un rato más en el rancho, los niños estuvieron en la alberca mientras yo descansaba. No me quise quedar mucho tiempo porque empezaba a sentirme un poco incomodo y quería descansar en mi casa. Compramos una coca-cola sin azúcar e iniciamos el camino de regreso a casa. En el camino a casa llegamos a un Oxxo a comprar chicharrones, ese fue mi desayuno: chicharrones con coca-cola. Me ayudó a sentirme despierto y manejar a gusto escuchando buena música de regreso a casa.