lunes, 23 de agosto de 2021

A correr otra vez

Después del UBT 2019 vinieron otras carreras en Trail, hubo un serial 3 de 3 que estuvo divertido, las dos primeras carreras las pude correr a gusto, sobre todo después de haber corrido el UBT se me hicieron fáciles las siguientes carreras, después fue el Wannabe trial que un año antes había tenido que abandonar, ahora ese 2019 pude completarlo, sin embargo llegué 3 minutos después de la hora de corte, fui al primer corredor que no le dieron medalla. Me gustó mucho participar y tenía la intención de intentarlo al otro año para mejorar mi tiempo.

Fui dejando de escribir por darle prioridad al trabajo y otra actividades. Tenía la idea de compartir sobre esas carreras; pero siempre había algo más que hacer y nunca me di el tiempo de compartir mi experiencia... desafortunadamente así como dejé de escribir también fui dejando de entrenar. Con la pandemia del COVID-19 llegaron nuevos retos, mi situación laboral volvió a cambiar y tuve que pasar más tiempo en otras actividades, con eso mis ganas de correr iban disminuyendo porque sentía que había cosas más importantes que hacer en ese momento.

Ahora estoy intentando retomar los entrenamientos. Ha sido difícil volver a empezar, mis piernas no tienen la misma fuerza y mi respiración es más agitada si intento ir a la velocidad de antes. No me había dado cuenta de que había perdido tanta condición física, hasta que intente correr nuevamente. Eso ha hecho difícil regresar a entrenar como antes, hace años me emocionaba entrenar para lograr lo que nunca había logrado; ahora entreno para lograr lo que ya he hecho y eso como que no emociona igual. Aún así lo seguiré intentando.

Algo que me ha ayudado a "emocionarme" y seguir intentando es leer este blog, al releer lo que escribí hace años recuerdo detalles que había olvidado, cosas que aconsejé a otras personas que querían motivarse, lo que sentía en esas carreras, ahora esos artículos me sirven de motivación para seguir escribiendo y por lo mismo para correr y así poder tener algo que compartir.



martes, 23 de julio de 2019

UBT 2019

Sentí que ya no podía seguir y que debía renunciar, esto de correr no es para mi -pensé- ahorita estuviera a gusto en mi casa y no sintiéndome mal como ahora; pero no puedo quedarme aquí, debo de seguir aunque lo único que quiero es acostarme y dormir. Ya he vomitado varias veces y mi cuerpo no quiere seguir avanzando.

En eso pasan unos corredores y me preguntan si me siento bien, me da pena que interrumpan su carrera para preguntar por mi salud, se los agradezco; pero no quisiera que lleguen tarde a la meta por mi culpa. Ellos se prepararon y no tienen que llegar tarde por mi falta de preparación. Me recomiendan que me siente un rato y descanse. Eso hago, con un poco de miedo de luego ya no quererme levantar. En eso pasa una corredora y me aconseja que me levante y que camine, despacio; pero que siga avanzando -me dice-. Le hago caso, me levanto e intento nuevamente avanzar.

Después de un rato, otra vez a vomitar aunque ya no sale, es solo el movimiento. En eso otro corredor, del top 10 de los que corrieron 80 Km se detiene, se regresa unos metros a ver como estoy y me recomienda descansar, ya me van pasando más de los que corrieron 80 Km y casi todos se detienen a ver como está ese "corredor" que no puede ni con 30Km. ¡Qué pena! Me dice que me acueste un rato para recuperar fuerzas y que coma algo. De hecho varios me ofrecen algo de comer; pero no es hambre lo que siento, aunque ya llevo más de 24 horas en ayunas, no quiero comer. Hago caso a parte de la recomendación y me acuesto un ratito, un poco escondido de los corredores para que no se detengan a preguntar por mi salud. Mientras descanso cierro los ojos un momento; pero los abro nuevamente en cuanto siento que me quiero dormir. Me asusta la idea de quedarme dormido y que cuando por fin despierte ya esté obscuro y estar perdido. Mejor me levanto y sigo caminando, en el siguiente checkpoint ahí ya le paro, porque ya no quiero ser corredor.

¿Me habrá hecho mal el que me haya ido bien en el entrenamiento previo a la carrera? Recuerdo que cuando fue el entrenamiento unas semanas antes, no había entrenado mucho y me preocupaba no aguantarlo, desde que deje de correr todos los días casi no he salido a entrenar; pero en ese entrenamiento, que a último momento me animé a correr los 20 Km, me había ido bien. Había llegado corriendo a la meta sintiéndome a gusto, sin sufrir. Eso hizo que me confiara y en lugar de entrenar duro me relajé. ¿Esa va a ser la excusa esta vez?

Recordé que un día antes de la carrera tuve mi última comida a las 11 am. Ya tengo algún tiempo comiendo una vez al día por lo que el hambre no fue problema. No quería que el día de la carrera mi cuerpo estuviera ocupado con la digestión y creo que eso funcionó porque no hubo problema en ese aspecto. 

El día de la carrera llegué con tiempo y salí con el último grupo, primero salen los que van por 80Km, luego los que buscan 50Km y al final los que vamos por 30Km. Esta es una carrera que tenía ganas de recorrerla desde que empecé a correr, dos años anteriores no había podido inscribirme, principalmente por miedo a no estar listo. Este año no quise dejarla pasar.



La primera parte de la carrera iba bien, corriendo y disfrutando la ruta. En cada checkpoint solo le tomaba fotos a los carbohidratos que ofrecían (no hay opciones grasosas o de origen animal), agradecía a los voluntarios y seguía mi camino. Recuerdo que disfruté mucho los primeros veinte kilómetros.

Después de los 20Km caí en cuenta de que eso no los había corrido antes y empece a sentirme mal, cansado, con sed y empanzado de tanto tomar agua. Empecé a sentir las ganas de vomitar y el sueño, después de perder dos horas entre ir caminando y descansando, pude llegar, por fin, al último checkpoint, para llegar a él tuve que subir un buen rato a paso tranquilo para no volver a vomitar.

Poco antes de llegar al checkpoint miré la carpa a lo lejos, era de los colores de la Coca-Cola y se me antojó un trago, la idea de llegar y tomarme una Coca-Cola me hizo no rendirme hasta llegar. Cuando llegué al puesto me tomé un vaso y casi al instante sentí que me recuperaba. Empecé a sentirme de buenas, con ganas de sí seguir la carrera, pedí un vaso más y me levanté. La sed y el sueño se me quitaron. No por nada es llamada la droga que refresca.

Después de la carrera he pensando que quizás se me había bajado la presión arterial y la Coca-Cola me levantó. No sé si eso fue; pero después de ahí seguí corriendo, en el camino iba pensando que si le echaba ganas iba a poder llegar a la meta y tomar más coca-cola porque seguía con el antojo de más. Me animo el hecho de haberme recuperado, de ir corriendo nuevamente. En otras carreras cuando me había sentido mal, necesitaba el resto del día para recuperarme; pero en esta ocasión me había recuperado en la misma carrera y podría seguir corriendo.

Llegar la meta lo disfruté mucho, a pesar de llegar más de dos horas después de un tiempo promedio para alguien con mi nivel. Me sentía feliz porque aunque durante la carrera había pensado que no la iba a terminar y que jamas correría otra vez, ahí estaba llegando a la meta y llegando corriendo. Fue muy emocionante escuchar mi nombre por el sonido mientras anunciaban mi llegada.

Una vez que llegue a la meta, sentí ganas de seguir siendo un corredor y de entrenar para buscar ser un mejor corredor. Intentar poder llegar al nivel de esos que a pesar de ir por metas más grandes se tomaron el tiempo para preguntar como estaba, de aconsejarme y darme ánimos para completar mi meta que es muy pequeña comparado con lo que ellos consiguen. Quizás por eso me ha estado gustando más correr por senderos.
Foto por Action Shot TJ

viernes, 19 de abril de 2019

Carrera Cerro Colorado 2018

En noviembre del 2018 se realizó una carrera trail por el Cerro Colorado en Tijuana. Esta fue la primera carrera a la que asistí después de mi obligado descanso. Me entusiasmaba la idea porque me acompañaría mi esposa y podría (ella) conocer lo que es correr por el Cerro Colorado y ver la ciudad desde la cima.

Había ido a entrenar antes al cerro, con Gabo, por lo que no me preocupaba mucho la ruta, el único pendiente era que me fuera a doler nuevamente el regresar a correr. Lo primero que cambió, con respecto a los entrenamientos fue que la salida y meta fue por un lugar que no conocía del cerro y la otra es que eran muchas personas corriendo por el cerro. Al inicio íbamos todos en fila, realmente no se podía correr porque nos íbamos estorbando unos a otros.

Durante el inicio de la carrera cuando empezamos a subir el cerro, la ruta nos llevó a una subida donde se unen dos partes del cerro, se forma un canal que tiene muchas piedras sueltas. Había mucha gente que iba subiendo, supongo que varios no acostumbrados a subir cerros en carreras, posiblemente alguien sin darse cuenta provocó que una piedra algo grande (unos 30 cm de diámetro) rodara por el camino que íbamos subiendo.

De pronto escuché el grito: ¡piedra! Volteé hacia arriba y vi la piedra tomando velocidad viniendo hacia nosotros. Lo primero que hice fue decirle a Yanel (mi esposa) que venia detrás de mi que saliera del canal rápido y miré nuevamente hacia la piedra para ver por donde venia y poder esquivarla.

Al estar viendo como rodaba desde varios metros abajo pude ver como una mujer no logró esquivarla y fue golpeada por la piedra, tumbándola y cayendo unos cuantos metros. El choque hizo que la piedra se detuviera; pero la mujer quedó tirada en la subida, con la cabeza hacia abajo. Subí, junto con otras personas, a ayudar a la mujer. Al parecer no tuvo golpes de gravedad; pero sí se lastimó y  sangró, incluso mi brazo quedó manchado de sangre. Estuvimos con ella en lo que pudo ponerse de pie, una vez que pasaron los corredores que venían detrás de nosotros me tocó arrojar la piedra para que no fuera a caer después.

Después de que llegaran personas que se quedarían con la mujer para acompañarla mientras llegaban los paramédicos nos toco seguir con la carrera. No teníamos muchas ganas de seguir, habían pasado 45 minutos y nos había impresionado el accidente; pero ya estábamos ahí así que decidimos seguir en la carrera aunque fuéramos de los últimos.

Foto tomada por Action Shot TJ
La ruta tenía muchas subidas y bajadas, subíamos a la cima del cerro y luego bajamos por un lado para subir por otro, rodeábamos al coloradito (el cerro a un lado del colorado), lo subíamos, bajamos y subíamos al cerro colorado nuevamente para al fin bajar hacia la meta. Fue retador el recorrido.

Después de que tuvimos que hacer la gran pausa al inicio por el accidente, seguí el resto de la carrera acompañando a mi esposa.

Aquí se aprecia claramente que le voy ganando
Disfrute ir con ella adelantándome para tomarle fotos, alguna la llegó a usar como foto de perfil en las redes sociales, significa que no me salieron tan mal.

Al final llegamos justo en el tiempo limite a la meta, de hecho empezaron a contar los segundos restantes para el tiempo limite y quitar la meta. Logramos llegar justo dentro del tiempo. Nos saludaron en la meta y nos aplaudieron, es bonito como los corredores se apoyan y siempre dan ánimos a los últimos, animándolos a seguir corriendo.

La carrera fue divertida, ojala la hicieran en primavera cuando el cerro está verde y lleno de flores.

jueves, 7 de febrero de 2019

Cortando la Racha

A finales del año  2017 me decidí a buscar la disciplina. Para eso me propuse correr todos los días del año por lo menos un kilometro. Así que el primero de enero del 2018 inicié la racha de correr cada día del año. Hubo días en los que no tenía ganas de correr; pero aun así sabía que "tenía" que hacerlo y al terminar de correr me sentía bien por ir extendiendo la racha un día a la vez.

Aprendí varias cosas durante el tiempo que estuve corriendo. Por ejemplo: me di cuenta que incluso en días de lluvia hay un momento en el día donde deja de llover, había podido correr los días de lluvia sin mojarme mucho. Aprendí que te acostumbras a despertar temprano; pero no a levantarte temprano. Aprendí también que correr de noche después de un día de ayuno es divertido. Me di cuenta que puedo correr medios maratones sin tomar agua durante la carrera. Sobre todo aprendí que para correr no se necesita  motivación, lo que se necesita es solo salir y hacerlo. Siempre tenemos tiempo, solo que lo usamos en otras cosas, no es que sea malo usarlo para algo más; pero el tiempo ahí está.

Al rededor del día 258 de correr todos los días, empecé a sentir un ligero dolor.  Algo así como si me hubieran pateado entre las piernas hace unas horas. No era el dolor intenso como cuando te acabas de golpear; pero estaba adolorido, como si me hubiera lastimado hace tiempo. Al principio no le di importancia porque pensé que se me pasaría. El día 259 me dolió desde la mañana; cuando fui a correr pensé que no iba a poder; pero curiosamente se me quitó el dolor mientras corría así que aproveché y corrí 10 Km. No quería parar, para evitar que me doliera otra vez... ahí me di cuenta que algo no estaba bien. Cuando dejé de correr empezó el dolor nuevamente.

Para el día 260 hubo dolor incluso al ir corriendo, al otro día fui con un urólogo para checar que todo estuviera bien. Después de una dolorosa revisión, no quiero entrar en detalles sobre esto, el médico me recomendó reposo por 10 días. Esto significaría detener la racha y no poder completar mi reto de correr todos los días del año. Por un momento pensé en no hacer caso al médico y correr un kilometro por lo menos durante esos diez días. Es que no quería parar la racha; pero tampoco me quería arriesgar a dañarme y arrepentirme. Es una parte sensible e importante la que me dolía.

Así fue como el 261 no corrí, me quedé viendo como pasaban las horas del día y yo sin salir a correr. Cuando inicié el reto me decía que la idea era buscar la disciplina y que la disciplina es hacer lo que tienes que hacer aunque no quieras. Mi búsqueda de la disciplina consistía en correr todos los días aun si hubiera días que no quisiera hacerlo. Paradójicamente el día 261 tuve que usar la disciplina para no salir a correr aunque quería hacerlo.

Día 2 de reposo. El tiempo que generalmente usaba para correr, lo usaba para reposar.
Después de los diez días de reposo ya estaba recuperado; pero no volví a salir a correr todos los días. En parte para prevenir que regresara el dolor y también porque antes de romper la racha había estado estresado, pudo ser por la carga de trabajo y el estrés físico de no descansar. En esos diez días me sentí tranquilo así que dejé el reto para otro año.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Medio Maratón de Tijuana 2018

En verano se celebró el medio maratón de Tijuana 2018, (yo) venía de la experiencia de abandonar una carrera trail y seguía con el reto de correr todos los días. Aunque tenía condición física no me sentía motivado después de la derrota pasada. El medio maratón de Tijuana se corrió en un día con clima caluroso. La novedad de esta edición fue que la ruta cambió, ahora fue al este de la ciudad. Esto para evitar pasar por la zona rio, que es de las más transitadas de la ciudad.

Al momento de escribir esto han pasado algunos meses desde que fue la carrera y no recuerdo todos los detalles. Lo que sí recuerdo es que al iniciar había mucha gente, cuando eso pasa no se puede arrancar con la velocidad que quisieras. No es que sea muy veloz; pero va mucha gente que no corre a estos eventos y se amontonan enfrente como queriéndole ganar a los que tienen algo de más tiempo corriendo.

Antes de la salida
Recuerdo que en la salida estábamos a unos 15 metros de atrás de la línea porque había mucha gente... cuando dan el balazo de salida las personas que van enfrente de ti tardan un poco en salir por lo que se termina iniciando la carrera unos segundos después. No es problema porque para el nivel que tenemos, los que estamos tan atrás de la salida, la competencia es con nosotros mismos. Se trata de mejorar tu propio tiempo. Si quisiéramos ganar la carrera nos pusiéramos hasta enfrente y entonces sí quisiéramos salir en cuanto se pueda. Por eso me molestó que al dar la salida la persona detrás de mí empezó a empujarme.

Al dar la salida empecé a caminar y a acomodarme el teléfono en el brazo, mientras caminaba hacia la salida. Había mucha gente enfrente de mi, no fue como que no lo dejara pasar porque a mi no me hubiera importado la carrera. Simplemente no se podía pasar porque éramos muchos y en lugar de hacer como que corro sin avanzar, empecé a caminar tranquilamente. Esto como que desesperó al corredor que estaba detrás de mí y empezó a empujarme para poder pasar, me hice a un lado molesto y lo dejé pasar pensando que ya lo vería más adelante cuando lo rebasara.

Cómo había mucha gente en la salida íbamos corriendo despacio, tratando de que se me bajara el coraje de los empujones. Aproveché para ir acompañando a mi esposa en los primeros kilómetros, ella corre un poco más despacio que yo, en carreras largas se puede notar más la diferencia de tiempo al llegar a la meta. Se me antojaba seguir a ese ritmo; pero al mismo tiempo sentía la necesidad de esforzarme más... justo por esos momentos nos alcanzó mi compadre que había arrancado de un poco más atrás que nosotros, nos saludó y siguió avanzando.

Fue algo chistoso decirle a mi esposa que iba a adelantarme para ir con mi compadre a una mayor velocidad, fue como si le pidiera permiso para ir a jugar con mi amigo. Nos reímos, me despedí y me adelante a alcanzar a Juan. Lo alcancé, nos fuimos platicando a un mayor ritmo el resto de la carrera.

La salida y meta fue en el mismo lugar por lo que habría que ir hacia el oeste y después regresar al este por otro camino, formando una vuelta. Cuando veníamos ya de regreso rebase al corredor que en la salida me había empujado. No sé por qué; pero me seguía sintiendo enojado, tuve ganas de decirle algo al rebasarlo; pero no hubiera estado bien y me dio gusto no haberlo hecho. Mejor seguimos corriendo y disfrutando la carrera.

Hacia mucho calor y hubo partes donde veníamos buscando la sombra. Llevaba tres medio maratones corridos donde no había necesitado tomar agua y después del wannabe donde había tomado de más, no sentía ganas de tomar; pero hacia mucho calor y tampoco quería deshidratarme por lo que en uno de los últimos puestos de hidratación tomé un vaso de agua. Casi no pude pasarla, la garganta se me cerraba. Tome un trago o dos chicos y el resto la use para enjuagarme la boca solamente. Después de esa parte empece a recordar como me había sentido en el wannabe y cómo no había podido seguir corriendo. Me dio un poco de preocupación de que no me sintiera bien al terminar la carrera; pero me sentía bien, solo era el miedo. Realmente no había nada de qué preocuparme, no había subidas y no faltaba mucho. Era el calor lo que me recordaba la experiencia pasada.

Llegando a la meta me sentí bien, solo calor; pero contento de haber terminado un medio maratón más. Nos ofrecían varias cosas al llegar; pero ninguna era agua. El agua se encontraba un poco más lejos. Al organizar las carreras no toman en cuenta a los corredores que no consumen carbohidratos (no fruta o suero para mi), por lo que tuve que aguantarme la sed un ratito más hasta encontrar el puesto de agua natural, había bastante y estuvo bien. Solo me hubiera gustado que estuviera más cerca de la meta, como el resto de las frutas y bebidas azucaradas.

Después de tomar agua (y una que otra cerveza ultra que regalaron) fuimos a la meta a esperar y ver pasar a nuestras esposas cuando completaron su carrera.

Foto de Yo También Corro en Tijuana




viernes, 12 de octubre de 2018

Tratando de ser un Trail Runner - Wannabe -

Una de las carreras más pesadas de la region es Wannabe Trial Run, es una carrera campo traviesa con muchas subidas "matonas", pesadas. Como ya corría diario me sentía preparado para aventármela.  Había ido a entrenar en cerro y no había batallado para completar los entrenamientos.

Antes de la carrera hubo un entrenamiento por la ruta donde sería la carrera, me acompañó mi esposa y mis compadres. Me sentí bien durante el recorrido, en una de la subidas pesadas sí le bajamos a la velocidad y mi esposa no pudo seguir el mismo ritmo que llevábamos, por lo que la subimos muy despacio, se nos fue el tiempo ahí; pero yo me sentía muy bien. Pude incluso subir para luego bajar por ella en algunos lugares. No pudimos completar el entrenamiento por el tiempo; pero me sentía completo como para haberlo logrado.

Unos días antes de la carrera empecé a batallar con gripe, incluso tuve fiebre días antes de la carrera. Esto me hizo dudar si debía correr; pero ya he corrido enfermo y había logrado completar las vueltas que doy por la colonia. Así que no pensé que fuera gran cosa correr así. Tenía muchas ganas de completar el recorrido que no había podido lograr durante el entrenamiento anterior.

Llegando al Rancho Casian
Al iniciar la carrera me sentía bien, la iba disfrutando mucho, al pasar por el primer punto de hidratación no me detuve, no había tomado agua y llevaba mi mochila de hidratación llena. Rumbo al segundo punto de hidratación recuerdo que hubo una bajada muy larga donde el corredor frente a mi me dejó pasarlo. Quizás eso hizo que la bajara un poco más rápido, iba divertido bajando un poco rápido sintiéndome entero.

Aun y que me sentía bien, tuve que sonarme la nariz varias veces porque se me congestionaba, eso hacia que tuviera que respirar a ratos por la boca. No es lo mejor; pero me hacía a la idea de que iba a usar la técnica de respirar como si estuviera nadando. Hacia mucho calor, había recomendaciones de no salir ese día a hacer actividades al aire libre; pero ahí estábamos... y éramos muchos.

Todo eran risas antes del segundo punto de hidratación, foto por Gabo
Poco antes de llegar al segundo punto de hidratación me sentía cansado, empecé a caminar y tomar más agua porque escuché mucho que nos cuidáramos de no deshidratarnos. Al llegar al punto de hidratación había esponjas de agua fría, me mojé y tomé más agua. La idea era refrescarme y estar listo para seguir; pero no fue así.

Al salir del segundo punto de hidratación me sentía algo empanzado de agua y la refrescada sentía que había hecho que se me tapara más la nariz. Lo que seguía en la carrera era una subida pesada, durante la subida fue que empecé a batallar. Me costaba poder seguir subiendo, poco a poco dejó de ser divertido. Me sentía con sed; pero al mismo tiempo lleno de agua, con la nariz tapada y sueño.

Al llegar a la primera cima, digo primera porque seguía subir a otro cerro desde ahí, descansé un poco. Quería seguir pero me sentía cansado y ocurrió algo que no me había pasado antes. Empecé a ver como con intermitencia, encandilado y luego obscuro y luego otra vez... pensé que eso no era normal y que no valía la pena seguir si sentía algo raro. Estuve un rato ahí parado y luego me senté un rato a esperar a que se me pasara. Después seguí caminando, subiendo. Mi meta ya no era terminar la carrera, la meta ahora era llegar al siguiente punto de hidratación para ahí terminar mi carrera.

Al ir subiendo a ratos trotaba; pero casi seguí caminando el resto de la carrera. Al ir subiendo escuché  un cascabel. Eso hizo que de inmediato me sintiera bien y retrocedí unos pasos. Al alejarme un poco de donde escuché el cascabel vi pasar una serpiente de cascabel tranquilamente, cruzando el camino, ya no iba sonando su cascabel, solo lo uso como para avisarme que iba a cruzar. Algo similar a como hace un tren cuando avisa que va a cruzar la calle. Una vez que cruzó pude seguir mi recorrido. La impresión hizo que me sintiera bien unos instantes; pero al rato otra vez regresó el malestar.

Se me hizo larguísimo el tramo para llegar al tercer punto de hidratación, en el entrenamiento no recuerdo que se me haya hecho tan largo; pero en aquella vez me sentía bien. Esta vez iba con ganas de que ya se acabara la carrera. Seguía sintiéndome empanzado de agua, cada que quería correr sentía ganas de vomitar y empezaba a toser.

Rumbo al tercer punto de hidratación
Llegando al tercer puesto de hidratación me sentí contento porque se acabaría el "sufrimiento" y al mismo tiempo un poco triste porque hasta ahí iba a llegar. después de tomar agua me recosté en la sombra (en tierra mojada). Seguí con sed y lleno de agua, no quedaba a gusto. Se me ocurrió tomar suero con electrolitos y este hizo que tuviera que alejarme del puesto de hidratación para empezar a vomitar toda el agua que había tomado. No parecía vomito, era solo agua. Estaba corriendo en ayunas así que no había nada más que sacar.

Después de media hora escuché aplausos, cuando volteé a ver quien llegaba, vi que era mi esposa. Llegó contenta, se miraba que podría seguir; pero ya no le daba tiempo de terminar la carrera por lo que se tuvo que quedar en el puesto de hidratación. Nos llevaron en un pickup a la salida. Una vez que nos llevaron al lugar de la salida tuve que ir a vomitar otra vez porque había vuelto a tomar suero electrolitos. Seguía con sed.

Nos fuimos al carro pero no podía manejar. Una Coca-Cola Light me ayudó a agarrar energía y empezar a manejar de regreso a la casa. Llegamos a comprar agua mineral y esa me cayó mejor. Sabía que era muy probable que la vomitara; pero sentía sed e hice caso a mi instinto y le di un gran trago, Sí vomité casi enseguida; pero no me sentí tan mal. Seguimos rumbo a la casa.. llegamos, me dormí y después ya me empecé a sentir mejor.

Aprendí de la experiencia; sobre todo porque te ubica, ya me sentía casi un verdadero corredor de campo traviesa; pero pues me di cuenta que soy un Wannabe.

viernes, 24 de agosto de 2018

Medio Maratón Rosarito 2018

Un año antes no había podido participar en el medio maratón de Rosarito; pero afortunadamente este año sí pude estar ahí. Aunque hubo varias factores que casi me convencían de no asistir.

El primer factor era que cuando lo anunciaron, mencionaron que habría una parte del recorrido que entraría a los estudios Fox, donde habría zombies en las calles. Esto no me emocionó mucho porque a veces ese tipo de "atractivos" siento que le quitan importancia a la carrera, al final es una carrera y hay que tratar de llegar rápido a la meta.

El segundo era que la carrera se realizaría el día del padre y pues siempre hay algo que hacer ese día. Eso no me desanimaba mucho porque la carrera sería temprano y a medio día ya estaría desocupado para asistir a los festejos.

El tercero era que ese día sería el primer juego de México en el mundial de Rusia 2018, contra Alemania. El futbol no me llama mucho la atención, no soy aficionado a ese deporte; pero ver a la selección en un mundial contra Alemania siempre se antoja.

A pesar de esos factores fui a la carrera junto con mi esposa... y que bueno que fuimos porque me tocó estar en el primer medio maratón de mi sobrina Jessica. Ella tiene tiempo entrenando y estaba nerviosa por correr su primer medio. Me gustó saludarla en la salida y desearle suerte. Recuerdo que bromeando le comentaba que mientras no la alcanzara la ambulancia que va hasta atrás, todo estaría bien.

La salida fue frente al hotel Festival Plaza, rumbo a los estudios Fox. La ruta es prácticamente plana todo el camino. El clima estaba agradable,  nublado, sin mucho frio. De los estudios Fox nos regresábamos al centro de Rosarito y después de regreso. Casi todo el recorrido por el Blvd Benito Juarez.

Al llegar a los estudios Fox me tocó ver a los zombies, a pesar de lo que había pensado, fue agradable ir corriendo por una "ciudad llena de zombies". Algunos le echaban más ganas que otros en estar en su papel de zombies. No estaban correteándonos, ni estorbando a los corredores, estaban como parte de la escenografía. Varios corredores se detuvieron a tomarse fotos con ellos. Saliendo de los estudios Fox empezó el camino de regreso, hacia el norte, rumbo al centro de Rosarito. Ahí miré a varios corredores que apenas iban rumbo a los estudios. Fui buscando a ver si miraba a alguien conocido y sí... a lo lejos venia mi sobrina Jessica corriendo despacio, se notaba que buscaba no cansarse para aguantar los kilómetros que todavía le faltaba. Justo detrás de ella venía la ambulancia lo cual me preocupó un poco, no porque ella estuviera mal, sino porque quizás el ver que la ambulancia casi la alcanza, como bromeábamos, se iba a desmotivar. Lo bueno fue que ella ni cuenta se dio y vi que no era la última. Atrás de la ambulancia venían más corredores.

Seguimos avanzando hasta el centro de Rosarito para después regresar hacia el sur rumbo a la meta, por ahí escuché que iba ganando México.  Al principio escuché que había caído un gol y supuse que había sido Alemania la que anotó; pero después, para mi sorpresa, supe que fue México quien había anotado. De regreso hacia el sur otra vez pude ver a los corredores que venían hacia el norte a dar la vuelta. Pude ver nuevamente a Jessica. Esta vez se miraba más entera, se notaba que se sentía bien. Al parecer había rebasado a varios corredores porque miré a varios detrás de ella y no se miraba la ambulancia cerca. Me alegró verla a buen paso.

Este fue mi tercer medio maratón donde al pasar por los puestos de hidratación prefería seguir corriendo y no tomar agua. Solo tomé hasta después de cruzar la meta. El clima ayudó a que no me diera sed. Me ponía a pensar si debería de por lo menos tomar un trago para prevenir una deshidratación; pero realmente no quería y me sentía bien...al final de la carrera supe que mi esposa tampoco tomó agua durante la carrera y eso me hizo pensar que no estoy mal por no tomar, si no tengo sed. No se trata de aguantarme; pero tampoco de forzarme a tomar.

Al terminar la carrera me sentía bien, estuve un rato en la meta esperando ver pasar a mi esposa y después ambos estuvimos esperando ver pasar a Jessica, quien llegó corriendo a buen paso a la meta de su primer medio maratón.

Fue una experiencia agradable el medio maratón Rosarito 2018. ¡Felicidades Jessica por lograrlo!