viernes, 26 de mayo de 2017

Corriendo entre volcanes

Después del medio maratón del túnel de playas tenía ganas de participar en una carrera campo traviesa (trail run). Me di cuenta que no estaba listo para el UBT todavía, aunque tenia ganas de participar, tuve que dejarlo pasar por este año; es por eso me dio gusto saber que se organizaba una carrera campo traviesa en San Quintín.

Le llamaron Reto Volcánico ya que en el recorrido pasa por un campo volcánico. Es una carrera de 25Km donde gran parte del recorrido es plano, tiene una subida donde se le da la vuelta al volcán, la cual no es muy grande. Por eso me anime a aventarme mi primer carrera fuera de pavimento.

Esta carrera sería diferente a todas en la que había competido antes, no solo porque era una distancia más larga. También porque fue campo traviesa y lo que había leído sobre esas carreras es que no es lo mismo que correr en pavimento. Y es cierto, hubo varias cosas que cambiaron para mi.

Correr con agua 
Cuando se corre en el cerro hay que llevar agua. Se recomienda incluso si no tomas agua cuando corres en la cuidad. Eso es algo a lo que me tuve que hacer a la idea. No me gustaba pensar que andaría cargando mi botella o mochila de agua toda la carrera. Es algo que no había necesitado hacer. Pero no quise arriesgarme, así que compré una mochila de hidratación. Salí a entrenar con ella por las mañanas, aunque es más incomodo que correr sin ella, no me molestó tanto. El día de la carrera me acostumbre a traerla y no fue incomodo. Aunque batallé al final en poder tomar agua, no salía por el popote, por más que intentaba. Afortunadamente hubo varios puestos de hidratación y la mochila no fue muy necesaria.

Caminar
Desde que empecé a correr me propuse no caminar en las carreras, en las primeras iba a la misma velocidad que alguien que camina; pero iba trotando, así que en mi mente iba corriendo. En esta ocasión, mi compadre (coach) me recomendó caminar en la subida. Realmente no quería hacerlo; pero sabía que esta no era una carrera como las otras y veía que prácticamente todos los otros corredores y corredoras iban caminando en ese tramo. Como todavía faltaba bastante, hice caso y caminamos en algunos tramos pesados de la carrera, eran tramos cortos y rápidamente seguíamos corriendo. Básicamente, la idea era: si vamos a la misma velocidad que caminando, mejor caminamos y así nos cansamos menos. Porque la carrera es larga y por cerro, es más cansado.



Solo (otra vez)
Similar a como me pasó en el medio maratón de playas, ahora fue como en el Km 20 cuando ya no pude seguirle el paso a mi compadre. Le pedí que no me esperara e hiciera su carrera, después de un rato avanzó a su paso y me fui quedando atrás. Sentí más pesada la carrera porque en esa parte iba prácticamente solo, no hay gente que te vaya "jalando". Aunque se miraba un punto de hidratación más adelante.

Último punto de hidratación
Llegué al último punto de hidratación y me detuve a tomar agua, eso también fue algo diferente. En las carreras de los fines de semana que se organizan en las calles de la ciudad, a veces ni tomo agua para no perder tiempo. Si tomo lo hago corriendo; pero en está ocasión me detuve en el puesto de hidratación. Tenían naranjas y frambuesas, además de agua. Tomé unas frambuesas y seguí "corriendo", no me quise detener mucho tiempo porque quizás ya no podría arrancar si me quedaba más.

Acelerar nuevamente
Faltando poco más de un kilometro para (por fin) llegar a la meta me fueron alcanzando corredores que habíamos dejado atrás. Eso me motivó a esforzarme para seguirles el paso y no simplemente verlos pasar. Así que deje de quejarme (mentalmente) por lo cansado que iba y empecé a acelerar para que no me dejaran atrás. Tuve una sensación agradable, de no darme por vencido y cumplir el reto.

Las porras
Venia ya con esa idea de no rendirme, dando mi último esfuerzo y me ayudó que las personas cercanas a la meta me apoyaran con porras y algunos hasta chocando la mano conmigo. Se siente bien darte cuenta que vas a lograr el reto y que te lo reconozcan. Hubo personas que andaban distraídas y casi chocaban conmigo; pero eran menos.

Mala organización
La ruta y la experiencia de mi primer carrera campo traviesa fue buena, me gustó; Lo malo fue la organización. Durante la carrera sí había equipos de emergencia y varios puntos de hidratación. El problema era al llegar a la meta, no había quien te diera el agua rápido. Tenias que ir a pedir un vaso, esperar que la muchacha dejara el teléfono a un lado para que te lo sacara de la caja. Para que tu mismo fueras a un garrafón a servirte. Después de eso tenias que ir a hacer una fila muy tardada para que te dieran la medalla. Después de correr 25 Km por cerro, con sol, estar esperando en una fila con algunas reglas absurdas me enojó (nomas de acordarme, ahorita que lo estoy escribiendo ya me puse de malas).

Buen paseo
Al final, fue un buen paseo, antes solo había pasado por San Quintín. Ahora nos había tocado quedarnos ahí 2 noches. Nos quedamos un día más para poder ir a comer por ahí y descansar. Probamos las fresas y frambuesas de la region (muy ricas, no me la creía).

También corrió mi esposa y mi comadre, ellas participaron en la carrera de 10Km, fue la primera carrera (no entrenamiento) de 10Km para mi esposa y le fue bien. Llegó entera con ganas de seguir corriendo.