martes, 17 de julio de 2018

Medio Maratón Valle de Guadalupe 2018

Este año 2018 pude participar en el medio maratón del Valle de Guadalupe, fue el día 112 del reto de correr todos los días. Para descansar solo corrí un kilometro y fracción dos días antes (día 110 y 111) y así llegué un poco descansado.

Como me había dado cuenta, en el medio del túnel de playas, que el correr diario estaba rindiendo frutos me sentía confiado en que no iba a ser problema el medio del valle, ya que sería sobre terreno plano y en algunas partes en tierra (que es más blandita que el pavimento). Lo único que me preocupaba poco era el levantarnos temprano para llegar a la carrea, saliendo desde Tijuana.

Había descubierto que correr después de un periodo largo de ayuno es divertido por lo que el día de la carrera no desayune, solo tome café negro en el camino al Valle. Sí salimos después de la hora en que lo habíamos planeado; pero afortunadamente llegamos a tiempo... a tiempo para hacer fila en los baños antes de iniciar la carrera. Yo no ocupaba ir por lo que nomás estaba esperando a los demás mientras hacían fila.
Estaba en eso, esperando a los demás, cuando después de un rato de nomás estar ahí... me di cuenta que no traía mi número, lo había olvidado en la cajuela del carro. Así que me fui por él ya faltando poco para iniciar. Mientras iba rumbo al estacionamiento escuché que anunciaban que en dos minutos arrancaba la carrera. -¡Qué bien!- pensé, tenía tiempo suficiente para ir por el; pero al estar en el carro escuché que dieron la salida.

Fue algo desesperante ir corriendo desde el estacionamiento a la salida mientras veía a todos los corredores iniciando. Al llegar a la salida estaba mi compadre que me había esperado. Mi esposa también me había estado esperado pero había iniciado la carrera poco antes de que yo llegara a la salida.

Iniciamos la carrera siendo los últimos, generalmente de todos modos somos de los últimos en salir para no estorbar; pero está vez salimos después de los últimos. Una ventaja que miraba era que seguramente iríamos rebasando gente durante toda la carrera y eso nos iba a motivar a seguir corriendo y sí pasó, toda la carrera íbamos pasando gente.

La ruta estuvo bien, me sentí tranquilo e iba a buen ritmo. Hacia calor, mucho; pero al contrario de quienes iban conmigo no sentí mucha molestia. Pasamos los puntos de hidratación y preferí no tomar agua y esperar, quizás, al siguiente.. así me la llevé y al final no tomé agua durante toda la carrera. Solo al final tomé dos vasos de agua en la meta. Me sorprendió que no hubiera necesitado agua, no fue algo que busqué, simplemente se dio otra vez, fue mi segundo medio maratón sin tomar agua.

Contentos después de llegar a la meta


miércoles, 11 de julio de 2018

Entrenando de noche antes de desayunar

Después de varios días de levantarme temprano, a correr en las mañanas para cumplir el reto de correr todos los días del año, empezó a ser difícil levantarme. Sobre todo porque no lograba dormirme temprano la noche anterior.

Descubrí que no es tan difícil acostumbrase a despertar temprano todos los días; pero lo que sí es difícil es poder levantarte de la cama. Despertar es la parte fácil; pero levantarme, vestirme y salir a correr cada mañana es la parte complicada.

El reto consiste en correr todos los días por lo menos un kilometro, sin importar en qué parte del día lo haga. Una mañana estuvo lloviendo y tuve que posponer salir en la mañana y correr hasta en la tarde, cuando no estaba lloviendo, después de eso decidí empezar a correr por las tardes. Dormir un poco más en la mañana y en la tarde/noche salir a correr un rato.

Para esas fechas ya llevaba varios meses con una dieta alta en grasa y baja en carbohidratos, la cual hace que no necesite comer tantas veces al día. Me iba al trabajo sin desayunar, solo tomaba un café, a veces con mantequilla, aceite de coco y crema. Otras veces solo lo tomaba negro. Empecé a notar que cuando tomaba solo café negro sentía menos hambre. A veces el comer un poco te despierta el apetito.

Corriendo, por la noche, hacia la zona centro de Tijuana
Algunos días a la hora de la comida no sentía hambre o no se me antojaba nada de lo que venden de comer por el rumbo de la oficina, así que empecé a no comer en el trabajo. Me iba sin desayunar y no salía a comer. Cuando llegaba a la casa a veces si tenía algo de hambre y comía. Eso provocaba que cuando salía a correr lo hacia con el estomago algo lleno y no era cómodo correr.  Otras veces llegaba con poca hambre por lo que salía a correr antes de romper el ayuno con la cena. Llegando de correr entonces sí ya podia comer todo lo que quisiera sin problema.

Empecé a notar que correr en la tarde/noche después de no haber comido en el día me hacia correr con energía. Casi sin darme cuenta, después del primer kilometro, corría un poco más rápido que de costumbre y también me sentía más contento, hasta con ganas de saltar obstáculos y correr en zigzag. Descubrí que el correr en ayunas, estando en cetosis, es divertido.

No siempre lograba correr en ayunas, había veces que llegaba con hambre y comía, después tenía que esperarme a que se me bajara la comida y correr solo un kilometro o dos despacio. Pero otras veces no comía  para tener la posibilidad de correr con esa sensación de energía y alegría que me da correr después de 24 horas de ayuno.