miércoles, 26 de diciembre de 2018

Medio Maratón de Tijuana 2018

En verano se celebró el medio maratón de Tijuana 2018, (yo) venía de la experiencia de abandonar una carrera trail y seguía con el reto de correr todos los días. Aunque tenía condición física no me sentía motivado después de la derrota pasada. El medio maratón de Tijuana se corrió en un día con clima caluroso. La novedad de esta edición fue que la ruta cambió, ahora fue al este de la ciudad. Esto para evitar pasar por la zona rio, que es de las más transitadas de la ciudad.

Al momento de escribir esto han pasado algunos meses desde que fue la carrera y no recuerdo todos los detalles. Lo que sí recuerdo es que al iniciar había mucha gente, cuando eso pasa no se puede arrancar con la velocidad que quisieras. No es que sea muy veloz; pero va mucha gente que no corre a estos eventos y se amontonan enfrente como queriéndole ganar a los que tienen algo de más tiempo corriendo.

Antes de la salida
Recuerdo que en la salida estábamos a unos 15 metros de atrás de la línea porque había mucha gente... cuando dan el balazo de salida las personas que van enfrente de ti tardan un poco en salir por lo que se termina iniciando la carrera unos segundos después. No es problema porque para el nivel que tenemos, los que estamos tan atrás de la salida, la competencia es con nosotros mismos. Se trata de mejorar tu propio tiempo. Si quisiéramos ganar la carrera nos pusiéramos hasta enfrente y entonces sí quisiéramos salir en cuanto se pueda. Por eso me molestó que al dar la salida la persona detrás de mí empezó a empujarme.

Al dar la salida empecé a caminar y a acomodarme el teléfono en el brazo, mientras caminaba hacia la salida. Había mucha gente enfrente de mi, no fue como que no lo dejara pasar porque a mi no me hubiera importado la carrera. Simplemente no se podía pasar porque éramos muchos y en lugar de hacer como que corro sin avanzar, empecé a caminar tranquilamente. Esto como que desesperó al corredor que estaba detrás de mí y empezó a empujarme para poder pasar, me hice a un lado molesto y lo dejé pasar pensando que ya lo vería más adelante cuando lo rebasara.

Cómo había mucha gente en la salida íbamos corriendo despacio, tratando de que se me bajara el coraje de los empujones. Aproveché para ir acompañando a mi esposa en los primeros kilómetros, ella corre un poco más despacio que yo, en carreras largas se puede notar más la diferencia de tiempo al llegar a la meta. Se me antojaba seguir a ese ritmo; pero al mismo tiempo sentía la necesidad de esforzarme más... justo por esos momentos nos alcanzó mi compadre que había arrancado de un poco más atrás que nosotros, nos saludó y siguió avanzando.

Fue algo chistoso decirle a mi esposa que iba a adelantarme para ir con mi compadre a una mayor velocidad, fue como si le pidiera permiso para ir a jugar con mi amigo. Nos reímos, me despedí y me adelante a alcanzar a Juan. Lo alcancé, nos fuimos platicando a un mayor ritmo el resto de la carrera.

La salida y meta fue en el mismo lugar por lo que habría que ir hacia el oeste y después regresar al este por otro camino, formando una vuelta. Cuando veníamos ya de regreso rebase al corredor que en la salida me había empujado. No sé por qué; pero me seguía sintiendo enojado, tuve ganas de decirle algo al rebasarlo; pero no hubiera estado bien y me dio gusto no haberlo hecho. Mejor seguimos corriendo y disfrutando la carrera.

Hacia mucho calor y hubo partes donde veníamos buscando la sombra. Llevaba tres medio maratones corridos donde no había necesitado tomar agua y después del wannabe donde había tomado de más, no sentía ganas de tomar; pero hacia mucho calor y tampoco quería deshidratarme por lo que en uno de los últimos puestos de hidratación tomé un vaso de agua. Casi no pude pasarla, la garganta se me cerraba. Tome un trago o dos chicos y el resto la use para enjuagarme la boca solamente. Después de esa parte empece a recordar como me había sentido en el wannabe y cómo no había podido seguir corriendo. Me dio un poco de preocupación de que no me sintiera bien al terminar la carrera; pero me sentía bien, solo era el miedo. Realmente no había nada de qué preocuparme, no había subidas y no faltaba mucho. Era el calor lo que me recordaba la experiencia pasada.

Llegando a la meta me sentí bien, solo calor; pero contento de haber terminado un medio maratón más. Nos ofrecían varias cosas al llegar; pero ninguna era agua. El agua se encontraba un poco más lejos. Al organizar las carreras no toman en cuenta a los corredores que no consumen carbohidratos (no fruta o suero para mi), por lo que tuve que aguantarme la sed un ratito más hasta encontrar el puesto de agua natural, había bastante y estuvo bien. Solo me hubiera gustado que estuviera más cerca de la meta, como el resto de las frutas y bebidas azucaradas.

Después de tomar agua (y una que otra cerveza ultra que regalaron) fuimos a la meta a esperar y ver pasar a nuestras esposas cuando completaron su carrera.

Foto de Yo También Corro en Tijuana




2 comentarios:

  1. Varias veces me pasó lo de gente que me empuja, ahora salgo desde atrás atrás

    Esas Ultra me supieron a Gloria, curiosamente siempre cualquier cerveza después de una carrera

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es buena idea, cuando he salido hasta atrás me he sentido más motivado porque vas rebasando personas gran parte de la carrera... con ese calor que hacia, la ultra cayó muy bien.

      ¿Entonces cualquier cerveza solamente después de una carrera o aún sin carrera?

      Borrar